Mostrando entradas con la etiqueta vida. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta vida. Mostrar todas las entradas

febrero 10, 2010

Lección 4: Vive como si no hubiera un mañana.



"Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré" Gabriel García Márquez.


Empezaré por contarles una historia de la vida real. Hace catorce años una persona que yo quiero mucho, cuyo nombre no revelaré, tuvo un accidente en motocicleta. De camino al hospital, preparaba mentalmente todo lo que le iba a decir. Cuando al fin tuve la oportunidad de verlo, el mundo se detuvo por un instante, me quedé muda sin poder pronunciar palabra y sólo me conformé con tomar su mano y apretarla fuerte, deseando que él, inconsciente como estaba, pudiera leer mi mente. Que por qué no le dije nada, aún ni yo misma lo sé, en su momento tuve mil pretextos: es que había una persona más en la habitación y me dio pena, estaba dormido, no podía escucharme, no era el momento, mejor en otra ocasión. La cual nunca más volvió porque al otro día su corazón dejó de latir, su muerte cerebral era inminente y nada más se pudo hacer.

Desde aquel día, me prometí no volver a "dejar para mañana lo que pude haber dicho o hecho hoy" , pero debo confesar que como todas las lecciones de la vida es muy difícil no caer en este vicio de posponer y más cuando esto incluye el decir lo que sientes cuando lo sientes. 

Vienen a mi mente cientos de situaciones que a diario vivimos y que son muestra de lo que digo; como dejar que se acumulen los trastes sucios, estudiar un día antes del examen, no cambiarse de trabajo aún cuando se tiene el mismo sueldo y las mismas responsabilidades desde hace dos años, seguir en una relación cuando ya no hay amor, empezar la dieta, ir al gimnasio, independizarte... le sigo??? 

Todos en algún momento hemos atrasado una tarea o una decisión, con cualquier pretexto: hoy no puedo, es que no hay trabajo, es que todavía no es el momento, es complicado no puedo dejarlo, nada más este pastelito, ya mañana la empiezo, mañana me levanto temprano y voy a correr, mañana le digo que me gusta... les suena familiar?. Son las excusas que todos los días decimos para justificar nuestra desidia,falta de motivación, irresponsabilidad, miedo, apatía, indecisión, desconfianza, dependencia o una mezcla de todas.

Aceptémoslo, por postergar las cosas o las decisiones, muchas veces nos hemos perdido de grandes oportunidades. Como dicen por ahí, más vale arrepentirse de lo que hiciste y no de lo que dejaste de hacer.

Hace algún tiempo conocí a una señora ya mayor y todos los días de su existencia se lamenta porque dejó que otras personas decidieran la vida que tenía que vivir. Hoy tiene ya más de setenta años, vive del hubiera y con un corazón amargado por haber dejado para después sus sueños. Yo siempre le digo que nunca es tarde, cuantos ejemplos no salen a diario en la televisión de personas que logran su sueño cuando nadie creía que sería posible. Lo importante es dejar de lamentarse, dejar el miedo, la dependencia, la desconfianza, la apatía y creer en que todo es posible, pero no es gratis. Se necesita de esfuerzo, de energía, de caerse y levantarse, de tenerse fe.

La realidad es que la vida no es eterna como solemos pensar y aunque suene a cliché no sabemos si el día de mañana estaremos vivos para hacer todas esas cosas que queremos hacer o que queremos decir.

Debo decir que si bien por un momento dejé de dar el cien, cerré mi corazón y me volví incrédula de los sentimientos y buenas intenciones de los demás por miedo a que me lastimaran de nuevo o dar más de lo que recibía. He aprendido que además de no postergar, lo más importante es que no importa qué o quién, la vida hay que vivirla con pasión y entregar todo. Puede que se sufra más, pero también te sabe mejor. Hay una frase que amo que dice que "la vida no se trata de las veces que respiras, sino de los momentos que te han quitado el respiro". 

Cada quién sabe como aprovecha su tiempo y su vida, lo único que puedo decir es que en mi caso me emociona tanto poder llegar a los 90 años como mi abuela, con el corazón lleno de satisfacciones y la convicción de saber que no hubo sueño por grande que este fuera que no haya hecho realidad. Dormirme todos los días de mi vida tranquila, sabiendo que si no hubiera un mañana para mi, la gente sabe cuanto la quise, que yo disfruté y aproveché cada microsegundo que respiré y estoy en paz.

Yo no soy mucho de hacer listas o de seguir reglas, pero si de algo me ha servido tener una es para no perder nunca de vista eso en lo que sueño. Y tengo que decir con mucho orgullo que la sensación de borrar uno a uno cada objetivo de esa lista es una de las cosas que mejor sabor de boca me han dejado.

Aprovecho por agradecerle a mis papas la oportunidad de hacer que yo hoy esté aquí, haciendo realidad uno de mis sueños.


Les dejo la canción que me inspira cada que la escucho y el trailer de la película "The bucket list" o Antes de partir para que dejen de pensar en mañana y aprovechen hoy para decir y hacer lo que sienten.

.


 

febrero 02, 2010

Lección 3: Hay que dejar ir, soltar, desprenderse.



En ninguna parte soy algo de alguien y en ninguna parte hay algo que sea mío. Álvaro Pinto.

Esta es una frase que un amigo un día escribió en su facebook y hasta hoy le encuentro el verdadero significado y hasta he llegado a pensar que fue una de tantas señales que estaban ahí, para mostrarme una lección más. 


Hace unos días me robaron mi bolsa con todo, dinero, tarjetas, celular, cámara, identificaciones; y más allá de lo material, lo que más me dolió fue perder esos mensajes que guardé con tanto recelo y que seguramente conforme pase el tiempo se quedarán en el olvido. Y fue entonces cuando comprendí aquella frase que una amiga me dijo cuando lloraba desconsolada porque había perdido mi información de la computadora: "hay que aprender a desprenderse de las cosas" yo agregaría " y a no apegarnos a las personas".


No hace mucho, platicando con otra amiga sobre mi nueva afición por comprar una postal de cada lugar que visito, me decía que ella hizo lo mismo cuando vivió en Europa, todo guardaba, todo coleccionaba, hasta que hace poco se hartó y se dio cuenta de que sólo eran cosas que le estorbaban y le quitaban espacio. Se deshizo de todo, sin remordimientos. Me quedé atónita, yo no sé si puedo concebir mi vida sin mi baúl  de los recuerdos, esa caja con mi primer diario, la primera rosa, las cartitas de amor, las fotos... pensar en tirarlo todo, TODO, es un sacrilegio!!.


Sin embargo, hoy entiendo que  la vida, así como las cosas, tienen ciclos, etapas que llegado el momento cumplen su función. Inevitablemente se tienen que ir cerrando círculos y hay que dejarlos ir, soltarlos. Bien dice Paulo Coelho "...no podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con personas que no quieren estar vinculados con nosotros". La vida siempre es ver hacia delante, nunca para atrás dicen por ahí.


Y es entonces cuando un remolino de sentimientos me atacan, por un lado me dicen que hay que dejar espacio para las cosas nuevas y que al final nada de lo que acumulas te llevas, que debes desprenderte de todo lo que es una carga y que mientras más ligero viajes mejor. Debo decir que estoy totalmente de acuerdo en aquello de no guardar resentimientos, de desechar todo lo que no sirve y alejarte de las relaciones que te lastiman y que no aportan nada bueno a tu vida. Sin embargo, no creo que deshacerte de todos esos recuerdos que vas guardando, te hará sentirte mejor o más ligero.  Son pequeñas cosas que te transportan a un momento vivido que por muy doloroso que haya sido te ha hecho la persona que eres.


Creo que como todo, es necesario encontrar el equilibrio entre lo que debes soltar, dejar ir y lo que puedes conservar como parte de tus memorias cuando estés viejo y sólo vivas de ellas. Sin embargo, con las personas es diferente, porque tendemos a involucrar sentimientos más profundos y el perder a una persona o alejarte de ella no es tan fácil como romper sus cartas o tirar sus rosas a la basura. Siempre existe la posibilidad de volvértela a encontrar o de saber de ella. Pero el hecho de que no sea fácil, no significa que por ello no lo debamos hacer. De nada sirve estar en donde no lo quieren o donde uno no se siente bien. Tampoco estar viviendo del pasado, añorando aquello que fue y que hoy ya no tienes o que nunca tuviste. Dar carpetazo y escribir en una hoja nueva es necesario y como leí una vez por ahí si sientes que algo quedó sin resolver y lo puedes arreglar en el momento hazlo, sino cierra el círculo y no mires atrás. 


Al final lo que aprendí es que no es lo que acumulemos, sino la actitud de dependencia que tenemos hacia las cosas , los afectos y las personas. En la medida que entendamos que nuestra felicidad únicamente depende de nosotros y que somos únicamente a nosotros nos corresponde decidir sobre nuestras vidas, en ese momento lograremos desprendernos de las cosas sin remordimiento y  alejarnos de aquellas personas que ya no necesitamos en nuestras vidas. 


Nada, ni nadie es indispensable, lo sabemos y aún así sufrimos y no nos conformamos con perder esos momentos y a esas personas que por un instante marcaron nuestras vidas. Siendo que en realidad no perdemos, ganamos la experiencia de haberlo vivido. Lo importante es como bien dice mi amigo entender que "en ninguna parte somos de alguien y en ninguna parte algo es nuestro"  y que vivir de recuerdos, no es vivir. Hay que rodearnos de recuerdos, de cosas, de personas que sumen, que nos hagan ser mejores personas, con las cuales podamos compartir nuestra existencia tal cual somos. 

Les recomiendo que vean la película de Up in the air:

enero 20, 2010

Lección 2: Deja que fluya


Sólo hay una forma de disfrutar la vida, viviendo como si nada fuera eterno. (Anónimo)


Cada día me convenzo más de que mientras más pensamos, más analizamos, más nos complicamos, más sufrimos y menos disfrutamos de las cosas que la vida nos tiene deparadas.

La primera vez que escuché esta frase de "hay que dejar fluir", fue cuando conocí a un simpático güerito, cuyo nombre no voy  a revelar, pero quien me enseñó que las cosas pasan como tienen que pasar y a su debido tiempo. 
Sinceramente es una lección que me ha costado tiempo comprender y que aún en ocasiones me cuesta aplicar. Y es que es tan fácil hacernos la vida de cuadritos y preocuparnos por cada cosa que nos sucede, que nos dicen, que nos hacen. Siempre estamos tratando de encontrar una solución, una respuesta que nos tranquilice.Me atrevo a decir que los seres humanos no estamos preparados para vivir en incertidumbre y es por eso que nos aterrorizamos y a toda costa necesitamos controlar la situación.Viene a mi mente cientos de platicas con mis amigas en donde tratábamos de analizar, por qué los hombres que nos gustaban hacían o decían tal o cual cosa, y siempre al final; después de horas de análisis minucioso, la conclusión era siempre la misma "pues si, a ver qué pasa, dejemos que fluya" y más tardábamos en decirlo, cuando ya estábamos otra vez analizando palabra por palabra. Me acuerdo también cuando estaba a punto de salir de la universidad, varios de mis amigos sufrían y maldecían las clases, porque les urgía dejar la escuela y empezar a trabajar. Cuando al fin lo lograron, su estrés era conseguir trabajo y cuando lo tuvieron su estrés era que salían muy tarde y ellos tenían una vida, que si les pagaban poco, que no les gustaba lo que hacían, que si el jefe, que el ambiente y añoraban esos días de clases en la universidad. Conclusión: nunca estamos conformes, nos estresamos por todo y pocas veces disfrutamos el momento y peor aún, no confiamos en que las cosas se acomodarán de la mejor manera para nosotros. Nos aferramos a los momentos vividos. Mi teoría es que cuando se está consciente de que las cosas no son para siempre, es más fácil que las cosas fluyan y disfrutemos del momento. Al menos, quiero pensar que muchos de nosotros preferimos haberlo vivido, aunque haya durado segundos, a  quedarnos con las ganas y no haberlo hecho nunca.  Siempre he creído que venimos a este mundo por un instante y somos privilegiados de estar viviendo las experiencias que a cada uno le ha tocado vivir. Son estas las que nos hacen únicos e irrepetibles.Eso si, hay que dejarlo muy claro, una cosa es dejar que las cosas fluyan y tomen su rumbo y otra muy distinta  es el dejar que "la vida" o "el destino" decida por nosotros cual es el mejor camino. Digamos que tanto las situaciones como las oportunidades llegan en su momento y depende de ti el cómo las afrontas y si las tomas o no. El decir que las dejes fluir no significa que te quedes ahí sentado esperando a que te resuelvan la vida; tienes que ser tú quien tome las riendas y hagas que las cosas sucedan.Dice Viktor Frankl, psiquiatra y psicoterapeuta austriaco en su libro, El hombre en busca de sentido, "Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento"
Así de simple, tu decides si te tiras al drama o si haces lo que tengas que hacer y dejas que todo se acomode. No te estreses y disfruta lo que estas viviendo. Como dicen por ahí, lo bailado ni quien te lo quite. Y aún cuando sientas que estas perdiendo, lo que realmente está pasando es que estas ganando una experiencia. Saborear la vida es una misión que nos merecemos elegir, deja que la vida te despeine.Les recomiendo que escuchen esta canción además de ponerlos de buen humor, la letra tiene mucha relación con lo que escribo aquí. 











enero 15, 2010

Lección 1: La vida es individual

Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes, dice Jorge Bucay. 

Debo decir que tanto mi primer acercamiento a este psicodramatista y escritor argentino como mi comprensión sobre lo que significa "La vida es individual" comenzó después de que me destrozaran el corazón por primera vez. No podía entender por qué si yo siempre vi por dos y me entregué al 110% esta persona sólo pensaba en él y se olvidaba de mi, me abandonaba a mi suerte sin pensar en el dolor que me estaba causando.

Fue entonces cuando busqué por todos los medios reencontrarme conmigo y de pronto me vi leyendo Hojas de Ruta de Jorge Bucay, en donde con cada fragmento que leía me gritaba al oído que primero era yo, después yo y hasta el último yo. Hablaba de lo importante que es decir lo que se siente y lo que se desea, de hacerse escuchar, del saber decir no, cuando no se está de acuerdo y sobre todo a tener un plan individual, sin importar los diferentes roles que se tengan: hermana, amiga, pareja, etc.

Debo confesar que cuando terminé de leerlo, el único aspecto que no me gustó, fue que promoviera en cada palabra el individualismo y hasta cierto punto el egoísmo. Siempre he creído que si dejáramos de pensar tanto en nosotros y pensáramos más en el prójimo el mundo sería distinto,mejor. 

Sin embargo, con cada paso que doy, con cada personaje que conozco, con cada desilusión, me doy cuenta de lo importante que es entender que "la vida es individual", que nadie por mucho que te ame, podrá vivir por ti, podrá crecer por ti, ni podrá estar contigo siempre. Por más que quieras proteger a esas personas que amas, ellas tienen que enfrentarse a sus fantasmas, tienen que crecer, caer y levantarse. Tu puedes estar ahí para apoyarlos, pero no puedes evitar que vivan.

Alguna vez alguien me dijo, "a este mundo venimos solos y solos nos vamos", así que mientras más rápido entendamos que la persona más importante eres tu y que el respetarnos y amarnos hará que los demás lo hagan. Mientras más rápido, se comprenda que es nuestra obligación tener un plan de vida individual que nos haga felices y que el hacerlo no significa pasar por encima de las demás, nos hará sentirnos y ser mejores personas. 

Aquí 10 puntos para ser felices, sin atropellar en el camino a las demás personas:

1. No juegues con el tiempo de los demás. 
2. Decir lo que sientes, te libera (Si no estas contento o algo te molesta dilo)
3. Mentir por no lastimar, termina lastimando más. 
4. Aprende a decir NO. (se vale decir me equivoqué, estoy confundido, no quiero)
5. Trata de imaginar qué sentirías o harías si estuvieras en esa situación (antes de dar algún consejo o antes de tomar una decisión)
6. Piensa antes de decir las cosas y busca el mejor momento para decirlas
7. Si no sabes lo que quieres o sientes: simplemente dilo 
8. Sé claro al expresar lo que quieres y lo que necesitas
9. Recuerda que cosechas lo que siembras
10. Lo importante es como hagas sentir a las personas, uno nunca sabe en qué momento la vida los vuelva a encontrar, ni en qué circunstancias.

=0)