mayo 14, 2010

Lo hecho, está hecho.








Hace unos días, platicando con una de mis amigas, me contaba que tenía un sentimiento reprimido de coraje contra su esposo. Justo en estos días se cumplía un año de aquella crisis matrimonial que tanto a ella como a sus hijos les había causado un dolor muy grande. A pesar de que las cosas ya se habían resuelto y ambos estaban poniendo de su parte para que su familia saliera adelante; ella aún no podía olvidar y perdonar todo el sufrimiento que les hizo pasar.

Mi recomendación fue: amiga sacúdete esos pensamientos negativos y piensa en los momentos positivos que has tenido con él, eso hará que valores los momentos felices vs los malos y pronto se te olvida. 

Pero esta plática me hizo reflexionar mucho sobre lo irresponsable que fui, sobre todo porque a todos nos consta lo difícil que es perdonar, sobre todo cuando nos han lastimado profundamente. 

Y no es que seamos unas personas rencorosas por default, simplemente hay cosas que no podemos olvidar, hacerlo significaría que no aprendimos la lección y corremos el riesgo de caer en el mismo error una y otra vez. 

Para empezar, perdonar es una acción que nos libera, que nos hace el viaje más ligero. Sin embargo, muchos nos reusamos a dar el paso porque creemos erróneamente que al hacerlo tendríamos que reconciliarnos con esa persona que nos lastimó. Creemos que de alguna manera es darle la razón o restarle importancia. La realidad es que perdonar significa dejar de lado esos pensamientos negativos que constantemente están en nuestra cabeza y en nuestro corazón y que no nos dejan vivir tranquilos. 

El perdón, es algo que debemos hacer por nosotros y para nosotros. Es aceptar lo que pasó sin esperar que nada suceda, sin expectativas. Sin esperar que nos pidan una disculpa o alguna reacción de arrepentimiento de la otra persona. Hacerlo, nos condiciona a lo que la otra persona haga y por ende no se perdona de corazón.

Perdonar implica estar conscientes de que lo hecho está hecho; nada, ni nadie, puede resarcir el dolor que pasaste. Incluso cuando las palabras de arrepentimiento lleguen con el tiempo. 

El guardar resentimiento nos ata eternamente a esa persona y a ese momento. Por lo que he llegado a la conclusión de que a la única persona a la que debemos perdonar, es a nosotros mismos. Perdonarnos por permitir que nos lastimaran, por haber creído en palabras vacías, por haber dejado que las cosas llegaran tan lejos, por no haber dicho lo que sentíamos en el momento, por no amarnos lo suficiente, qué se yo.

Es aceptar las cosas tal cual sucedieron, acordarnos que esas experiencias de vida nos hacen crecer. Perdonarnos es reconocer que hemos superado la lección y que estamos listos para seguir nuestro camino.

Al final, nadie es perfecto y seguramente nosotros a su vez hemos lastimado a alguien sin querer. Por mi parte creo que yo en estos momentos me he perdonado por todas los errores cometidos, por confiar en quién no debía y abrirle mi corazón a quién demostró desde un principio no sabría como tratarlo. My fault!

Espero los haga meditar y les sirva de algo. Recuerden que la ventaja de estar vivo es que nos podemos reinventar cuantas veces sea necesario, como siempre esta es mi muy humilde opinión. 


5 comentarios:

  1. Ay Ari...sigues sin perdonarte...recuerda la vieja fabula del escorpion y la rana...la rana ayuda porque esta en su naturaleza y el escorpion pica porque es su naturaleza ...no te agobies y si hay que cuidarnos de la gente mala pero si ponemos muros tan altos y fuertes sera imposible ver para fuera (creeme que luego derribarlos es casi imposible)

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  2. Jajaja... no Vane al contrario esto lo escribo no para mi, sino para dos que tres personas que se han acercado a mi contándome lo difícil que es perdonar a quién las lastimó, cuando en realidad lo que yo les digo es que a quién tienen que perdonar es a sí mismas.

    En mi caso, yo lo he aprendido tal vez algo tarde, pero creeme que en mi ya no hay ningún tipo de resentimiento hacia ninguna persona. El tiempo y la vida me han hecho entender que hay veces que las cosas simplemente pasan y no hay manera de que puedas evitar que alguien e incluso tú salgas lastimado.

    Estoy totalmente de acuerdo contigo, vivir con resentimiento es hacer una barrera muy alta difícil de penetrar y que al final a la única que amarga es a ti. Gracias por siempre leerme y darme tu punto de vista... me motivas a seguir escribiendo.

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  3. Hola Ari ;) Yo pienso que el primer paso para perdonar, es reconocer que sí tienes rencor, no? luego no estamos concientes de nuestras emociones y creo que eso se interpone en el camino.

    Me gusta tu blog! :)
    Irene.

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  4. Estoy de acuerdo contigo al reconocer que existe resentimiento y rencor, estamos a la mitad del camino para lograr perdonarnos. Muchas gracias, espero que me sigas leyendo!!

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  5. Mi Ari, me has sacado las lágrimas, gracias por estar siempre a mi lado, te quiero mucho amiga y te extraño, un beso grande!

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