Ojos que no ven,
Facebook que te lo cuenta.
Facebook que te lo cuenta.
No recuerdo bien cómo fue, pero sí que todo empezó cuando recibí una invitación para formar parte de Hi5 y debo decir que después de meditarlo por largo tiempo caí. Poco a poco me fue cautivando la idea de poder estar en contacto con mis amigos y compartir con ellos fotos y recuerdos.
Hasta que un día sucedió lo inevitable y después de que un amigo me hablara insistentemente de FACEBOOK, me decidí y cree mi perfil.
Si algo puedo decir es que me tardé mucho tiempo en engancharme. En primera porque era tan nuevo en México que no había muchos amigos con los cuales interactuar, segundo porque no entendía la necesidad de estar en dos lugares, que hasta ese momento, cubrían las mismas necesidades. Sinceramente no recuerdo qué fue lo que me motivó a subir mis fotos y a buscar a mis amigos, incluso a esos que hacia años no sabía nada de ellos. Y sí, lo acepto, se convirtió en una adicción (no sé si sea consuelo o no, pero sé que para la mayoría de mis amigos y conocidos también lo es).
Y entonces comencé a vivir el fenómeno. Si, ese de llevar la cámara a todos lados, de posar y hacer mil fotos para subirlas a Facebook, de invitar a todos mis amigos a que se unieran, de buscar a todos aquellos a los que les perdí de vista y a los nuevos que conocía pedirles antes que su celular su mail para agregarlos. Les suena?
Comencé a compartir con mis amigos lo que hacia y sentía y a estar más al pendiente de ellos. Se convirtió en algo tan divertido comentar las fotos y los estados hasta el punto de que en las reuniones seguíamos platicando de lo que cada uno puso o dijo. Aún recuerdo una vez en la que dos de mis amigos se sintieron excluidos de la conversación por no ser adictos al "caralibro". Juro que no exagero.
Lo que los mercadólogos llamaríamos toda una experiencia del consumidor. Pero esta vez dejaré mi punto de vista de planner y me dedicaré a relatar mi experiencia y la de muchas personas cercanas. Y más allá de ser esto una crítica a Facebook, pretendo que sea una reflexión y hagamos conciencia sobre lo que cada uno publica en su muro.
Si algo tengo que agradecerle a Face es que acorta las distancias y me mantiene en contacto con mi familia y amigos, sobre todo ahora que estoy tan lejos. Además de que no tiene precio, el hecho de haberme reencontrado con tanta gente a la que aprecio y que por azares del destino nos dejamos de ver y ahora estamos de nueva cuenta en contacto. Pero como todo, Facebook tiene su lado oscuro, es tal la información que pone a tu alcance que muchas veces (con o sin malas intenciones) terminas teniendo a la mano información que habrías agradecido no tener o lastimando a gente sin querer.
Seamos honestos y aceptemos que no sólo nos conformamos con agregar a nuestros amigos, también buscamos a nuestros ex, a personas con las que tuvimos o nos habría gustado tener algo o incluso conocer gente nueva. No sé qué tan sano sea, pero lo hacemos. Y también tenemos que aceptar que Facebook es un lugar que se presta para el coqueteo, el ligue y por ende a los celos, la desconfianza y las infidelidades.
La cosa es más o menos así; si estas soltero no tienes nada de qué preocuparte porque te da exactamente lo mismo quien y qué te escriban en tu muro. A menos de que esa persona que te está coqueteando tenga una relación, porque entonces independientemente de si le das entrada o no; hay una tercera persona que podría estar sufriendo por esos coqueteos.
Si estas saliendo con alguien, pero aún no es nada formal, la cosa se pone peor, porque no son nada. Y si bien a ambos les puede dar lo mismo que hagan o dejen de hacer, puede ser que no sea así y que el hecho de enterarse de con quién más están saliendo, de ver fotos, de leer comentarios termine por no ayudar y afecte una posible relación o por el contrario la alimente y todo funcione.
Si por el contrario ya tienes algún tipo de relación o incluso estas en un noviazgo, se pone aún más complejo. Para empezar depende de la confianza, amor, comunicación y situación en la que se encuentra la relación. Si las cosas van bien, Facebook se convierte en un medio para estrechar aún más los lazos, pero si por el contrario la relación ya está muy desgastada y viciada. Facebook es un facilitador para la infidelidad.
En el caso de las personas que ya están casadas, la cosa no se pone mejor. Muchas veces la rutina, hace que se busquen nuevas experiencias que le den un respiro a lo que están viviendo. Desgraciadamente no lo utilizan para reconquistar a la pareja, sino para buscar otras opciones con la creencia de que lo virtual, no es real y por ende no puede dañar a nadie. El problema radica en que generalmente de lo virtual pasan a lo real y echan por la borda todo lo que tenían con su pareja, sin importar a quien lastiman.
No importando cual sea el caso, lo que es un hecho es que Facebook es el chismógrafo más grande del mundo y si a eso le sumamos que el mundo es un pañuelo pues ya se imaginarán las reacciones y efectos que tiene el hecho de que cualquier persona tenga acceso a todo lo que hacemos, sentimos y decimos.
Muchas veces no somos conscientes de cuanta gente está al tanto de lo que pasa en nuestras vidas. A mi me ha pasado, que de pronto me encuentro con gente que hace siglos no veo y pareciera como si nos vieramos diario, están al pendiente de todo lo que digo o hago y hay veces que hasta me da miedo. Admito que muchos somos muy irresponsables a la hora de subir información sobre nuestras vidas, pero bueno eso depende de cada persona y se respeta.
El objetivo de Facebook es mantenernos conectados con el mundo y tomar la decisión de salirnos de las redes sociales no va a eliminar el problema, que va más allá de enterarnos de todo sin poder tener la opción de filtrar la información que queremos conocer. Al final, la verdad siempre sale a la luz y aunque no busquemos, las cosas se saben y no se pueden ocultar por mucho tiempo.
Aquí algunas de mis sugerencias para que lo que hay en el famoso "caralibro" no te afecte; si es que estas ese caso:
1. El que busca, encuentra. Deja de lastimarte buscando información.
2. Si aunque no la busques, la vida se empeña en que la sepas a través de sus actualizaciones. Ponl@ en tu lista negra y quítal@ de tus publicaciones.
3. Si tu no buscas, pero tienes a un informante que se dedica a estarte actualizando, pídele que ya no lo haga.
4. Si tu fuerza de voluntad es muy mala, entonces lo mejor es que lo bloquees por un rato, en lo que lo superas.
5. Y si de plano te afecta demasiado, borra su contacto. No tienes necesidad de sufrir.
Como reflexión sólo quiero decir que todos tenemos una responsabilidad gigante cuando comentamos, subimos fotos o información. Y aunque es parte de nuestra libertad de expresión, podríamos pensar más en las implicaciones que podría tener el contenido que generamos en cualquier red social, blog, página web.