Sólo hay una forma de disfrutar la vida, viviendo como si nada fuera eterno. (Anónimo)
Cada día me convenzo más de que mientras más pensamos, más analizamos, más nos complicamos, más sufrimos y menos disfrutamos de las cosas que la vida nos tiene deparadas.
La primera vez que escuché esta frase de "hay que dejar fluir", fue cuando conocí a un simpático güerito, cuyo nombre no voy a revelar, pero quien me enseñó que las cosas pasan como tienen que pasar y a su debido tiempo.
Sinceramente es una lección que me ha costado tiempo comprender y que aún en ocasiones me cuesta aplicar. Y es que es tan fácil hacernos la vida de cuadritos y preocuparnos por cada cosa que nos sucede, que nos dicen, que nos hacen. Siempre estamos tratando de encontrar una solución, una respuesta que nos tranquilice.Me atrevo a decir que los seres humanos no estamos preparados para vivir en incertidumbre y es por eso que nos aterrorizamos y a toda costa necesitamos controlar la situación.Viene a mi mente cientos de platicas con mis amigas en donde tratábamos de analizar, por qué los hombres que nos gustaban hacían o decían tal o cual cosa, y siempre al final; después de horas de análisis minucioso, la conclusión era siempre la misma "pues si, a ver qué pasa, dejemos que fluya" y más tardábamos en decirlo, cuando ya estábamos otra vez analizando palabra por palabra. Me acuerdo también cuando estaba a punto de salir de la universidad, varios de mis amigos sufrían y maldecían las clases, porque les urgía dejar la escuela y empezar a trabajar. Cuando al fin lo lograron, su estrés era conseguir trabajo y cuando lo tuvieron su estrés era que salían muy tarde y ellos tenían una vida, que si les pagaban poco, que no les gustaba lo que hacían, que si el jefe, que el ambiente y añoraban esos días de clases en la universidad. Conclusión: nunca estamos conformes, nos estresamos por todo y pocas veces disfrutamos el momento y peor aún, no confiamos en que las cosas se acomodarán de la mejor manera para nosotros. Nos aferramos a los momentos vividos. Mi teoría es que cuando se está consciente de que las cosas no son para siempre, es más fácil que las cosas fluyan y disfrutemos del momento. Al menos, quiero pensar que muchos de nosotros preferimos haberlo vivido, aunque haya durado segundos, a quedarnos con las ganas y no haberlo hecho nunca. Siempre he creído que venimos a este mundo por un instante y somos privilegiados de estar viviendo las experiencias que a cada uno le ha tocado vivir. Son estas las que nos hacen únicos e irrepetibles.Eso si, hay que dejarlo muy claro, una cosa es dejar que las cosas fluyan y tomen su rumbo y otra muy distinta es el dejar que "la vida" o "el destino" decida por nosotros cual es el mejor camino. Digamos que tanto las situaciones como las oportunidades llegan en su momento y depende de ti el cómo las afrontas y si las tomas o no. El decir que las dejes fluir no significa que te quedes ahí sentado esperando a que te resuelvan la vida; tienes que ser tú quien tome las riendas y hagas que las cosas sucedan.Dice Viktor Frankl, psiquiatra y psicoterapeuta austriaco en su libro, El hombre en busca de sentido, "Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento". Así de simple, tu decides si te tiras al drama o si haces lo que tengas que hacer y dejas que todo se acomode. No te estreses y disfruta lo que estas viviendo. Como dicen por ahí, lo bailado ni quien te lo quite. Y aún cuando sientas que estas perdiendo, lo que realmente está pasando es que estas ganando una experiencia. Saborear la vida es una misión que nos merecemos elegir, deja que la vida te despeine.Les recomiendo que escuchen esta canción además de ponerlos de buen humor, la letra tiene mucha relación con lo que escribo aquí.